EL TEJIDO ÓSEO:
El TEJIDO ÓSEO: CARACTERÍSTICAS, FUNCIONES Y CLASIFICACIÓN
DEFINICIÓN :
El tejido óseo es un tipo de tejido conectivo especializado que forma la parte principal del esqueleto humano y de otros vertebrados. El tejido óseo tiene varias funciones, como sostener el cuerpo, proteger los órganos internos, almacenar minerales, producir células sanguíneas y participar en el metabolismo. El tejido óseo se clasifica según su estructura, su origen y su localización.
ESTRUCTURA DEL TEJIDO ÓSEO:
El tejido óseo está compuesto por células y una matriz extracelular. Las células del tejido óseo son los osteocitos, los osteoblastos, los osteoclastos y las células osteoprogenitoras. Los osteocitos son las células maduras que se encuentran en las cavidades llamadas lagunas, comunicadas entre sí por canales llamados canalículos. Los osteoblastos son las células encargadas de sintetizar la matriz ósea, que está formada por fibras de colágeno y sales minerales, principalmente calcio y fósforo. Los osteoclastos son las células responsables de la degradación y reabsorción de la matriz ósea, lo que permite el remodelado y la reparación del tejido. Las células osteoprogenitoras son las células madre que pueden diferenciarse en osteoblastos o en otros tipos de células óseas.
La matriz ósea se organiza en dos tipos de tejido óseo: el tejido óseo compacto y el tejido óseo esponjoso. El tejido óseo compacto forma la capa externa de los huesos y se caracteriza por tener una estructura densa y sólida, con pocas cavidades. El tejido óseo compacto está formado por unidades cilíndricas llamadas osteonas o sistemas de Havers, que están constituidas por láminas concéntricas de matriz ósea alrededor de un canal central que contiene vasos sanguíneos y nervios. El tejido óseo esponjoso forma la parte interna de los huesos y se caracteriza por tener una estructura porosa y ligera, con muchas cavidades. El tejido óseo esponjoso está formado por trabéculas de matriz ósea que rodean espacios llenos de médula ósea, que es el tejido encargado de la producción de células sanguíneas.
FUNCIONES DEL TEJIDO ÓSEO:
El tejido óseo cumple varias funciones vitales para el organismo, tales como:
- Función de sostén:
El tejido óseo forma el esqueleto, que es la estructura que soporta el peso del cuerpo y le da forma y postura.
- Función de protección:
El tejido óseo protege los órganos internos de posibles daños, como el cráneo que protege el cerebro, las costillas que protegen el corazón y los pulmones, o la columna vertebral que protege la médula espinal.
- Función de almacenamiento:
El tejido óseo almacena minerales, como el calcio y el fósforo, que son esenciales para el funcionamiento de las células y los tejidos. El tejido óseo también almacena lípidos en la médula ósea amarilla, que sirven como reserva de energía.
- Función de hematopoyesis:
El tejido óseo produce células sanguíneas en la médula ósea roja, que se encuentra en los huesos planos y en los extremos de los huesos largos. La médula ósea roja produce glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, que son los componentes de la sangre.
- Función de metabolismo:
El tejido óseo participa en el metabolismo óseo, que es el proceso de formación y destrucción del tejido óseo. El metabolismo óseo está regulado por hormonas, como la paratohormona, la calcitonina y la vitamina D, que mantienen el equilibrio entre la actividad de los osteoblastos y los osteoclastos. El metabolismo óseo también influye en el metabolismo general, ya que el calcio y el fósforo son importantes para la transmisión nerviosa, la contracción muscular, la coagulación sanguínea y la actividad enzimática.
CLASIFICACIÓN DEL TEJIDO ÓSEO:
El tejido óseo se puede clasificar según diferentes criterios, como su estructura, su origen y su localización.
- Según su estructura:
El tejido óseo se clasifica en tejido óseo compacto y tejido óseo esponjoso, como se ha explicado anteriormente.
- Según su origen:
El tejido óseo se clasifica en tejido óseo primario y tejido óseo secundario. El tejido óseo primario es el que se forma durante el desarrollo embrionario y fetal, y se caracteriza por tener una matriz ósea irregular y poco mineralizada. El tejido óseo secundario es el que se forma después del nacimiento, y se caracteriza por tener una matriz ósea ordenada y mineralizada. El tejido óseo secundario reemplaza al tejido óseo primario mediante el proceso de osificación.
- Según su localización:
El tejido óseo se clasifica en tejido óseo cortical y tejido óseo trabecular. El tejido óseo cortical es el que se encuentra en la superficie de los huesos, y corresponde al tejido óseo compacto. El tejido óseo trabecular es el que se encuentra en el interior de los huesos, y corresponde al tejido óseo esponjoso.
TIPOS DE HUESOS:
Los huesos son los órganos que forman el esqueleto y están compuestos por tejido óseo y otros tejidos, como el tejido cartilaginoso, el tejido conjuntivo, el tejido nervioso y el tejido vascular. Los huesos se pueden clasificar según su forma en cinco tipos: huesos largos, huesos cortos, huesos planos , huesos irregulares y huesos Sesamoideos.
- Los huesos largos:
Son los que tienen una forma alargada y cilíndrica, y se encuentran en las extremidades. Los huesos largos tienen dos partes: el cuerpo o diáfisis, que es la parte central y está formada por tejido óseo compacto, y los extremos o epífisis, que son las partes ensanchadas y están formadas por tejido óseo esponjoso. Los huesos largos también tienen una zona intermedia llamada metáfisis, que es la zona de crecimiento del hueso. Ejemplos de huesos largos son el fémur, la tibia, el húmero y el radio.
- Los huesos cortos:
Son los que tienen una forma cúbica o esférica, y se encuentran en las articulaciones. Los huesos cortos están formados por tejido óseo esponjoso recubierto por una capa de tejido óseo compacto. Ejemplos de huesos cortos son los huesos del carpo, los huesos del tarso y las vértebras.
- Los huesos planos:
Son los que tienen una forma delgada y plana, y se encuentran en las zonas de protección o de inserción muscular. Los huesos planos están formados por dos capas de tejido óseo compacto que encierran una capa de tejido óseo esponjoso. Ejemplos de huesos planos son el cráneo, las costillas, el esternón y la escápula.
- Los huesos irregulares:
Son los que tienen una forma compleja y variable, y se encuentran en las zonas de transición o de especialización. Los huesos irregulares están formados por una combinación de tejido óseo compacto y tejido óseo esponjoso. Ejemplos de huesos irregulares son el sacro, el coxis, el hioides y los huesos del oído.
- Los huesos sesamoideos:
Son pequeños huesos redondeados que se encuentran dentro de algunos tendones, como la rótula.
CANTIDAD DE HUESOS EN EL SER HUMANO:
El número de huesos en el ser humano varía según la edad, el sexo y la individualidad. En general, se estima que el esqueleto humano adulto tiene entre 206 y 214 huesos, mientras que el esqueleto humano fetal tiene alrededor de 300 huesos. La diferencia se debe a que algunos huesos se fusionan durante el crecimiento y el desarrollo, como los huesos del cráneo, la pelvis y la columna vertebral. El número de huesos también puede variar según la presencia o ausencia de huesos accesorios o supernumerarios, como el hueso wormiano, el hueso sesamoideo o el hueso sutural.
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