LOS ERITROCITOS, HEMATÍES O GLÓBULOS ROJOS

 LOS ERITROCITOS O GLÓBULOS ROJOS: CÉLULAS ESENCIALES PARA LA VIDA 

 DEFINICIÓN:

Los eritrocitos o glóbulos rojos son células sanguíneas que se encargan de transportar oxígeno por todo el cuerpo. Tienen forma de disco bicóncavo, sin núcleo ni orgánulos, y contienen una proteína llamada hemoglobina, que se une al oxígeno y al dióxido de carbono². Los eritrocitos son los elementos formes más abundantes de la sangre, representando alrededor del 45% del volumen sanguíneo.

 ESTRUCTURA:

Los eritrocitos tienen un tamaño de 7-8 µm de diámetro, lo que les permite pasar por los capilares más estrechos. Su forma bicóncava les confiere una mayor superficie para facilitar el intercambio de gases y una mayor flexibilidad para deformarse al atravesar los vasos sanguíneos. Su citoplasma está compuesto principalmente por hemoglobina, una molécula formada por cuatro cadenas polipeptídicas, cada una con un grupo hemo que contiene un átomo de hierro. El hierro es el que le da el color rojo a la sangre al unirse al oxígeno². Cada eritrocito puede transportar hasta cuatro moléculas de oxígeno.

Su membrana plasmática está formada por una bicapa lipídica con proteínas integrales y periféricas. Algunas de estas proteínas son antígenos que determinan el grupo sanguíneo del individuo. Los principales sistemas de grupos sanguíneos son el ABO y el Rh. La compatibilidad entre los grupos sanguíneos es importante para evitar reacciones adversas en las transfusiones de sangre.

 FUNCIONES:

Los eritrocitos tienen varias funciones vitales para el organismo:

- Transportar oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos y órganos, y devolver el dióxido de carbono desde los tejidos hasta los pulmones⁵. Este intercambio de gases se produce gracias a la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno y el dióxido de carbono, que varía según la presión parcial de estos gases en el medio.

- Mantener el equilibrio ácido-base de la sangre, al actuar como amortiguadores o tampones que regulan el pH sanguíneo. Los eritrocitos pueden liberar o captar iones hidrógeno (H+) según sea necesario para mantener el pH dentro de los límites normales.

- Participar en el sistema inmunológico, al expresar antígenos que permiten la identificación del propio y el extraño. Los eritrocitos también pueden unirse a los anticuerpos y a los complementos que se producen en respuesta a una infección o a una transfusión incompatible.

- Transportar otras sustancias, como hormonas, nutrientes, electrolitos, fármacos y toxinas, que se pueden unir a la hemoglobina o a la membrana de los eritrocitos².

 VALORES NORMALES EN EL SER HUMANO:

Los valores normales de los eritrocitos en el ser humano dependen de la edad, el sexo, la altitud y otros factores. En general, se consideran normales los siguientes rangos.

- Recién nacidos: 4,1 a 6,1 millones/µl

- Niños: 3,8 a 5,5 millones/µl

- Hombres adultos: 4,5 a 5,9 millones/µl

- Mujeres adultas: 4,1 a 5,1 millones/µl

Estos valores se pueden medir mediante un análisis de sangre llamado hemograma, que también incluye otros parámetros relacionados con los eritrocitos, como el hematocrito, la hemoglobina, el volumen corpuscular medio, la concentración de hemoglobina corpuscular media y la amplitud de distribución eritrocitaria.

 ENFERMEDADES MÁS COMUNES DE LOS ERITROCITOS:

Los eritrocitos pueden verse afectados por diversas enfermedades que alteran su número, su forma, su tamaño o su función.  Algunas de las más comunes son:

- Anemia: 

Se produce cuando hay una disminución de los eritrocitos o de la hemoglobina en la sangre, lo que provoca una menor capacidad de transportar oxígeno. La anemia puede tener diferentes causas, como la deficiencia de hierro, la pérdida de sangre, la destrucción excesiva de eritrocitos, la producción insuficiente de eritrocitos o la alteración de la hemoglobina. Los síntomas de la anemia pueden incluir palidez, cansancio, debilidad, mareos, taquicardia, dificultad respiratoria y cefalea.

- Policitemia:

 Se produce cuando hay un aumento de los eritrocitos en la sangre, lo que provoca una mayor viscosidad sanguínea y un mayor riesgo de trombosis. La policitemia puede ser primaria, cuando se debe a un trastorno de la médula ósea que produce eritrocitos en exceso, o secundaria, cuando se debe a una estimulación de la eritropoyetina por factores externos, como la hipoxia, el tabaquismo, los tumores o el dopaje. Los síntomas de la policitemia pueden incluir rubicundez, prurito, cianosis, hipertensión, vértigo, visión borrosa y dolor abdominal.

- Talasemia: 

Se produce cuando hay una alteración genética que afecta a la síntesis de las cadenas de la hemoglobina, lo que provoca una menor cantidad y calidad de la hemoglobina y una mayor destrucción de los eritrocitos. La talasemia puede ser alfa o beta, según la cadena de la hemoglobina que esté afectada, y puede tener diferentes grados de severidad, desde formas asintomáticas hasta formas graves que requieren transfusiones regulares. Los síntomas de la talasemia pueden incluir anemia, ictericia, esplenomegalia, deformidades óseas y retraso del crecimiento.

- Esferocitosis: 

Se produce cuando hay una alteración de la membrana de los eritrocitos, que los hace perder su forma bicóncava y adoptar una forma esférica, lo que provoca una mayor fragilidad y una menor vida útil de los eritrocitos. La esferocitosis puede ser hereditaria o adquirida, y puede tener diferentes grados de severidad, desde formas asintomáticas hasta formas graves que requieren esplenectomía. Los síntomas de la esferocitosis pueden incluir anemia, ictericia, esplenomegalia y cálculos biliares.

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