IMPORTANCIA DEL LAVADO DE MANOS PARA LA SALUD, VÍDEO ANIMADO
IMPORTANCIA DEL LAVADO DE MANOS:
El lavado de manos es una de las medidas más sencillas y efectivas para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas, tanto en el ámbito comunitario como en el sanitario. Sin embargo, a pesar de su evidente beneficio, muchas personas no se lavan las manos con la frecuencia y el método adecuados, lo que aumenta el riesgo de contraer y propagar gérmenes patógenos.
Los beneficios del lavado de manos son múltiples y están respaldados por numerosos estudios científicos. Algunos de ellos son:
Reduce el número de personas que se enferman de diarrea en un 23-40%, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades1.
Disminuye la incidencia de infecciones respiratorias agudas, como el resfriado común, la gripe y la COVID-19, al evitar el contacto de las manos contaminadas con las mucosas de la nariz, la boca y los ojos.
Previene la transmisión de enfermedades cutáneas y oculares, como la conjuntivitis, el impétigo y las parasitosis, al eliminar los microorganismos que se alojan en la superficie de la piel.
Protege al personal médico y a los pacientes de las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS), que son aquellas que se adquieren durante el proceso asistencial y que pueden causar complicaciones, secuelas e incluso la muerte. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda cinco momentos para la higiene de manos en el ámbito sanitario: antes del contacto con el paciente, antes de realizar una tarea aséptica, después del riesgo de exposición a fluidos corporales, después del contacto con el paciente y después del contacto con el entorno del paciente2.
Contribuye a la lucha contra la resistencia antimicrobiana (RAM), que es la capacidad que adquieren algunos microorganismos de resistir a los antibióticos y otros medicamentos que se usan para tratarlos. Al lavarse las manos correctamente, se evita el uso innecesario o excesivo de estos fármacos, lo que reduce la presión selectiva sobre los gérmenes y disminuye la probabilidad de que desarrollen mecanismos de defensa.
Para que el lavado de manos sea efectivo, es necesario seguir una serie de pasos que aseguren una limpieza adecuada. La OMS propone un método basado en seis pasos: mojar las manos con agua, aplicar suficiente jabón para cubrir toda la superficie de las manos, frotar las palmas entre sí, frotar la palma derecha contra el dorso izquierdo entrelazando los dedos y viceversa, frotar las palmas entre sí con los dedos entrelazados, frotar el dorso de los dedos contra las palmas manteniendo los dedos unidos, frotar el pulgar izquierdo con la palma derecha en sentido rotatorio y viceversa, frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma izquierda haciendo un movimiento circular y viceversa, enjuagar las manos con agua, secarlas con una toalla limpia o un secador de aire y usar la toalla para cerrar el grifo3.
El lavado de manos debe realizarse siempre antes y después de comer, después de ir al baño, después de toser o estornudar, después de tocar objetos sucios o contaminados, después de manipular animales o sus desechos, antes y después de atender a una persona enferma o herida, antes y después de cambiar un pañal o ayudar a un niño a ir al baño y siempre que se vean sucias. Si no hay agua y jabón disponibles, se puede usar un desinfectante a base de alcohol que contenga al menos un 60% de alcohol.
En conclusión, el lavado de manos es una práctica fundamental para mantener una buena salud individual y colectiva. Al lavarse las manos correctamente y con frecuencia, se evita la transmisión de enfermedades infecciosas que pueden tener graves consecuencias para la salud. Por ello, es importante crear una cultura del lavado de manos desde la infancia y promoverla en todos los ámbitos sociales
Aquí está el artículo médico que he creado sobre la importancia del lavado de manos:
La importancia del lavado de manos para la salud
El lavado de manos es una de las medidas más simples y efectivas para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas. Según la Organización Mundial de la Salud, el lavado de manos con agua y jabón puede reducir el riesgo de contraer diarrea en un 40%, las infecciones respiratorias en un 20% y las infecciones cutáneas en un 27%. Además, el lavado de manos puede evitar la propagación de patógenos que causan enfermedades graves como el cólera, la fiebre tifoidea, la hepatitis A, el SARS-CoV-2 y el ébola.
El lavado de manos es especialmente importante en situaciones donde hay un alto riesgo de exposición a microorganismos, como en los hospitales, las escuelas, los mercados, los lugares públicos y los hogares con niños o personas enfermas. El lavado de manos también es esencial antes y después de realizar actividades que implican el contacto con alimentos, fluidos corporales, animales o superficies contaminadas.
Para que el lavado de manos sea efectivo, se deben seguir los siguientes pasos:
Mojarse las manos con agua limpia y aplicar suficiente jabón para cubrir toda la superficie de las manos.
Frotarse las palmas entre sí y luego frotar la palma de una mano contra el dorso de la otra, entrelazando los dedos.
Repetir el paso anterior con la otra mano.
Frotar las palmas entre sí con los dedos entrelazados.
Frotar el dorso de los dedos contra las palmas, manteniendo los dedos juntos.
Frotar el pulgar de una mano con la palma de la otra, haciendo un movimiento circular. Repetir con el otro pulgar.
Frotar la punta de los dedos de una mano contra la palma de la otra, haciendo un movimiento circular. Repetir con la otra mano.
Enjuagarse las manos con agua limpia y secarlas con una toalla limpia o un secador de aire.
El tiempo total del lavado de manos debe ser de al menos 20 segundos. Se recomienda usar jabón líquido en lugar de jabón en barra, ya que este último puede albergar bacterias. Asimismo, se aconseja evitar el contacto directo con los grifos o las manijas al abrirlos o cerrarlos, usando una toalla o un pañuelo desechable.
El lavado de manos es una práctica higiénica que beneficia tanto a la persona que lo realiza como a las personas que lo rodean. Al lavarse las manos correctamente y con frecuencia, se puede contribuir a mejorar la salud individual y colectiva, así como a prevenir brotes epidémicos y pandémicos. Por lo tanto, el lavado de manos es una responsabilidad social y una forma de cuidado mutuo.
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