El Resfriado o Catarro Común: 

Definición

El Resfriado o Catarro común es una infección viral de las vías respiratorias superiores que afecta principalmente a la nariz, la garganta y los senos paranasales.

 Es la enfermedad infecciosa más frecuente en los seres  humanos.

Los síntomas más comunes del resfriado son: congestión nasal, rinorrea, estornudos, dolor de garganta, tos, fiebre leve, malestar general y dolor de cabeza . Estos síntomas suelen aparecer entre uno y tres días después de la exposición al virus y duran entre siete y diez días. En algunos casos, el resfriado puede complicarse con otitis media, sinusitis, bronquitis o neumonía

ETIOLOGÍA:

Existen más de 200 virus qué producen el resfriado y los más comunes  son los rinovirus, coronavirus, adenovirus, parainfluenza, influenza y virus sincitial respiratorio. Estos virus se transmiten por contacto directo o indirecto con las secreciones nasales o respiratorias de las personas infectadas, o por inhalación de aerosoles generados por la tos o el estornudo.

Epidemiología:

El catarro común es una enfermedad universal que afecta a todas las edades, sexos y razas, aunque tiene una mayor incidencia en los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas. Se estima que los adultos sufren entre 2 y 4 episodios de catarro común al año, mientras que los niños pueden tener entre 6 y 10 episodios. La mayoría de los casos ocurren en los meses de otoño e invierno, coincidiendo con el descenso de las temperaturas y el aumento de la aglomeración de personas en espacios cerrados.

Cuadro clínico:

El catarro común se manifiesta con una serie de síntomas que varían según el tipo de virus, el estado inmunológico y la presencia de factores predisponentes o coexistentes. Los síntomas más habituales son:

Rinorrea: 

Secreción nasal acuosa, transparente o amarillenta, que puede ser abundante o escasa, y que suele ser el primer signo de la infección.

Estornudos: 

Reflejo involuntario que expulsa el aire de los pulmones a través de la nariz y la boca, provocado por la irritación de la mucosa nasal por el virus o por el moco.

Congestión nasal: 

Sensación de obstrucción o dificultad para respirar por la nariz, causada por la inflamación de los vasos sanguíneos y el edema de la mucosa nasal.

Dolor de garganta: 

Molestia, ardor o picazón en la faringe, que puede irradiarse al oído o al cuello, y que se agrava al tragar o al hablar.

Tos:

 Acto reflejo que expulsa el aire de los pulmones a través de la boca, con o sin expectoración, originado por la irritación de la mucosa de la laringe, la tráquea o los bronquios por el virus o por el moco.

Fiebre leve: 

Elevación de la temperatura corporal por encima de los 37,5°C, que suele ser más frecuente en los niños que en los adultos, y que indica una respuesta inmunitaria contra el virus.

Malestar general:

 Sensación de debilidad, cansancio, dolor muscular o articular, cefalea, falta de apetito o náuseas, que reflejan el efecto sistémico del virus y la inflamación.

Tratamiento:

El tratamiento del catarro común es sintomático y de soporte, ya que no existe una terapia específica que elimine el virus o acelere la curación. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y prevenir las complicaciones. Las medidas generales que se recomiendan son:

Reposo:

 Se aconseja evitar el esfuerzo físico y el estrés, y mantener un sueño adecuado, para favorecer la recuperación y evitar el contagio.

Hidratación:

 Se debe beber abundante líquido, preferiblemente agua, infusiones, caldos o zumos naturales, para mantener la mucosa hidratada, facilitar la eliminación del moco y prevenir la deshidratación.

Higiene nasal:

 Se puede realizar lavados nasales con suero fisiológico o soluciones salinas, para limpiar las fosas nasales, reducir la congestión y prevenir la infección secundaria.

Humidificación ambiental:

 Se puede utilizar un humidificador o un vaporizador, o inhalar vapor de agua hirviendo, para humedecer el aire, disminuir la sequedad y mejorar la respiración.

Alimentación equilibrada: 

Se debe seguir una dieta variada, rica en frutas, verduras, cereales, legumbres, lácteos, carnes y pescados, que aporte los nutrientes necesarios para reforzar el sistema inmunitario y combatir el virus.

Medicamentos:

 Se pueden utilizar fármacos de venta libre, como analgésicos, antipiréticos, antihistamínicos, descongestionantes o mucolíticos, para aliviar el dolor, la fiebre, la rinorrea, la congestión o la tos, respectivamente. Sin embargo, se debe tener precaución con los efectos secundarios, las contraindicaciones, las interacciones y las dosis de estos medicamentos, y consultar con el médico o el farmacéutico antes de usarlos.

 No se recomienda el uso de antibióticos, ya que no son efectivos contra los virus y pueden provocar resistencias bacterianas.

Prevención:

La prevención del catarro común se basa en evitar la exposición al virus y en potenciar las defensas naturales del organismo. Algunas medidas preventivas son:

Lavado de manos:

 Se debe lavar las manos con frecuencia, especialmente después de tocar objetos o superficies contaminadas, o de estar en contacto con personas enfermas, usando agua y jabón o soluciones alcohólicas.

Uso de pañuelos desechables: 

Se debe cubrir la boca y la nariz con un pañuelo de papel al toser o estornudar, y desecharlo después de cada uso, para evitar la propagación del virus.

Evitar el contacto directo: 

Se debe evitar el contacto físico, como besos, abrazos o apretones de mano, con las personas que tengan síntomas de catarro, y mantener una distancia de al menos un metro.

Ventilación de los espacios cerrados:

 Se debe abrir las ventanas y renovar el aire de las habitaciones donde haya personas con catarro, para disminuir la concentración del virus.

Evitar los cambios bruscos de temperatura: 

Se debe abrigarse adecuadamente y evitar la exposición al frío o al calor extremo, que pueden debilitar el sistema inmunitario y favorecer la infección.

Vacunación: 

Se puede recurrir a la vacunación contra algunos virus que pueden causar catarro.

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