QUÉ ES EL DENGUE? Y COMO PREVENIRLO 🤔 VÍDEO IA

 El dengue: una enfermedad viral transmitida por mosquitos

 DEFINICIÓN:

El dengue es una enfermedad infecciosa causada por uno de los cuatro serotipos del virus del dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4), que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti . El dengue puede presentarse en dos formas clínicas: el dengue leve y el dengue grave .

 CLASIFICACIÓN:

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el dengue se clasifica en dos grupos: el dengue sin signos de alarma y el dengue con signos de alarma . El dengue sin signos de alarma se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza, dolor retroocular, dolor muscular y articular, erupción cutánea y otros síntomas inespecíficos . El dengue con signos de alarma se define por la presencia de uno o más de los siguientes criterios: dolor abdominal intenso y persistente, vómitos frecuentes, acumulación de líquidos, sangrado de mucosas, alteración del estado de conciencia, hepatomegalia y disminución del hematocrito con trombocitopenia . El dengue con signos de alarma puede evolucionar a una forma más severa, llamada dengue grave, que se manifiesta por choque, sangrado masivo, insuficiencia orgánica y muerte .

EPIDEMIOLOGÍA:

El dengue es una enfermedad endémica en más de 100 países de las regiones tropicales y subtropicales del mundo, donde viven unos 2.500 millones de personas . Se estima que cada año se producen entre 50 y 100 millones de casos de dengue, de los cuales unos 500.000 son de dengue grave y unos 20.000 son mortales . El dengue es la enfermedad viral transmitida por mosquitos más importante a nivel global, tanto por su carga de morbilidad como por su impacto socioeconómico.

El dengue tiene un comportamiento estacional, relacionado con las condiciones climáticas que favorecen la reproducción y la actividad del vector. En el hemisferio sur, la mayoría de los casos ocurren en la primera mitad del año, mientras que en el hemisferio norte, los casos se concentran en la segunda mitad. El dengue también presenta ciclos epidémicos, asociados con la introducción y la circulación de diferentes serotipos del virus, que generan una mayor susceptibilidad de la población y un mayor riesgo de complicaciones.

CUADRO CLÍNICO:

El período de incubación del dengue oscila entre 3 y 14 días, con un promedio de 4 a 7 días. Los síntomas del dengue pueden variar desde una infección asintomática o subclínica hasta una enfermedad febril aguda o una forma grave y potencialmente mortal.

El dengue leve se caracteriza por una fiebre de inicio súbito, que puede durar entre 2 y 7 días, acompañada de al menos dos de los siguientes signos y síntomas:

- Dolor de cabeza

- Dolor retroocular

- Mialgias

- Artralgias

- Erupción cutánea

- Náuseas

- Vómitos

- Leucopenia

El dengue con signos de alarma se presenta cuando, después de la fase febril, aparecen uno o más de los siguientes signos y síntomas:

- Dolor abdominal intenso y persistente

- Vómitos frecuentes

- Acumulación de líquidos

- Sangrado de mucosas

- Alteración del estado de conciencia

- Hepatomegalia

- Disminución del hematocrito con trombocitopenia

El dengue grave se diagnostica cuando se cumplen uno o más de los siguientes criterios:

- Choque por extravasación de plasma, manifestado por pulso rápido y débil, hipotensión, piel fría y húmeda, y alteración del estado de conciencia

- Sangrado masivo, que puede comprometer el tubo digestivo, el sistema nervioso central, el sistema genitourinario, el sistema respiratorio o la piel

- Insuficiencia orgánica, que puede afectar al hígado, el riñón, el corazón, el cerebro o la médula ósea

 DIAGNÓSTICO:

El diagnóstico del dengue se basa en la sospecha clínica, el antecedente de exposición al vector o a zonas endémicas, y la confirmación por métodos de laboratorio. El diagnóstico clínico se realiza mediante la aplicación de los criterios de la OMS, que permiten clasificar a los pacientes en dengue sin signos de alarma, dengue con signos de alarma y dengue grave.

El diagnóstico de laboratorio se puede realizar mediante la detección del virus, de su material genético o de sus antígenos, o mediante la detección de los anticuerpos específicos. Los métodos más utilizados son:

- Aislamiento viral:

 Consiste en cultivar el virus a partir de muestras de sangre o tejidos, y requiere de un laboratorio especializado y de personal capacitado. Tiene una alta especificidad, pero una baja sensibilidad y un largo tiempo de procesamiento.

- Reacción en cadena de la polimerasa (PCR):

 Consiste en amplificar el material genético del virus mediante una reacción enzimática, y permite identificar el serotipo del virus. Tiene una alta sensibilidad y especificidad, pero requiere de un laboratorio especializado y de personal capacitado.

- Detección de antígenos:

 Consiste en identificar las proteínas del virus mediante técnicas inmunológicas, como el ensayo de inmunocaptura de antígeno NS1. Tiene una alta sensibilidad y especificidad, y se puede realizar en un laboratorio convencional o con pruebas rápidas.

- Detección de anticuerpos: 

Consiste en medir la respuesta inmunitaria del huésped al virus mediante técnicas serológicas, como el ensayo de inmunoadsorción enzimática (ELISA) o la prueba de inhibición de la hemaglutinación (HI). Tiene una alta sensibilidad y especificidad, y se puede realizar en un laboratorio convencional o con pruebas rápidas. Sin embargo, requiere de muestras pareadas (en la fase aguda y en la fase de convalecencia) para confirmar el diagnóstico, y puede presentar reacciones cruzadas con otros flavivirus.

 TRATAMIENTO:

El tratamiento del dengue es principalmente de soporte, y consiste en el manejo de la fiebre, el dolor, la deshidratación y el sangrado. El tratamiento específico con antivirales aún no está disponible.

El manejo de la fiebre se realiza con la administración de antipiréticos, como el paracetamol, y la aplicación de medidas físicas, como el baño con agua tibia o la colocación de paños húmedos. Se debe evitar el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ácido acetilsalicílico o el ibuprofeno, por el riesgo de sangrado o de síndrome de Reye.

El manejo del dolor se realiza con la administración de analgésicos, como el paracetamol, y la aplicación de medidas físicas, como el masaje o la compresión. Se debe evitar el uso de AINE, por el riesgo de sangrado o de insuficiencia renal.

El manejo de la deshidratación se realiza con la administración de líquidos por vía oral o intravenosa, según el grado de deshidratación y el estado hemodinámico del paciente. Se debe monitorizar el balance hídrico, la presión arterial, el pulso, la temperatura y los signos de alarma. Se recomienda el uso de soluciones de rehidratación oral (SRO) o de soluciones salinas isotónicas o balanceadas, como el Ringer lactato¹³. Se debe evitar el uso de soluciones hipotónicas, como el agua o el suero glucosado, por el riesgo de hiponatremia.

El manejo del sangrado se realiza con la administración de hemoderivados, como concentrado de plaquetas, plasma fresco congelado o sangre total, según el tipo y la severidad del sangrado. Se debe evaluar la necesidad de transfusión mediante el hematocrito, la hemoglobina, el recuento de plaquetas y la coagulación . Se recomienda el uso de criterios restrictivos para la transfusión, ya que una transfusión innecesaria puede aumentar el riesgo de sobrecarga de líquidos y de infecciones.

El manejo de la insuficiencia orgánica se realiza con la administración de medicamentos específicos, como diuréticos, vasopresores, antibióticos o anticonvulsivantes, según el órgano afectado y la causa subyacente. Se debe brindar soporte ventilatorio, renal, hepático o neurológico, según sea necesario. Se debe consultar con un especialista en cuidados intensivos para el manejo de los casos más graves.

 PREVENCIÓN:

La prevención del dengue se basa en el control del vector y la protección personal. El control del vector se realiza mediante la eliminación o el tratamiento de los criaderos de mosquitos, como los recipientes que acumulan agua, y la aplicación de insecticidas o larvicidas en las zonas de mayor riesgo. La protección personal se realiza mediante el uso de repelentes, ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, mosquiteros y telas metálicas en las ventanas y puertas.

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