TEJIDO MUSCULAR


TEJIDO MUSCULAR: 


El tejido muscular es un tipo de tejido conectivo especializado que se caracteriza por tener células alargadas y contráctiles llamadas miocitos o fibras musculares. El tejido muscular tiene la capacidad de generar fuerza y movimiento al acortarse o relajarse, lo que permite realizar diversas funciones vitales como la respiración, la circulación, la digestión, el mantenimiento de la postura, el movimiento voluntario y la expresión facial.

FUNCIÓN: 

El tejido muscular cumple varias funciones importantes en el organismo, entre las que se destacan las siguientes:

Movimiento:

 El tejido muscular permite el desplazamiento de las distintas partes del cuerpo, tanto de forma voluntaria como involuntaria. Por ejemplo, el tejido muscular esquelético permite mover los huesos y las articulaciones, el tejido muscular liso permite el movimiento de los órganos internos y el tejido muscular cardíaco permite el bombeo del corazón.

Termogénesis: 

El tejido muscular es responsable de generar calor mediante la contracción muscular, lo que contribuye a mantener la temperatura corporal dentro de los límites normales. Por ejemplo, cuando se tiene frío, se produce un temblor involuntario de los músculos esqueléticos para aumentar la producción de calor.

Estabilidad: 

El tejido muscular ayuda a mantener la estabilidad y el equilibrio del cuerpo, tanto en reposo como en movimiento. Por ejemplo, el tejido muscular esquelético sostiene y protege el esqueleto, el tejido muscular liso regula el tono y la presión de los vasos sanguíneos y el tejido muscular cardíaco mantiene el ritmo y la fuerza del latido cardíaco.

TIPOS: 

El tejido muscular se puede clasificar en tres tipos principales según su estructura, su localización y su control:

Tejido muscular esquelético:

 Está formado por fibras musculares cilíndricas, largas y multinucleadas que presentan bandas claras y oscuras alternadas llamadas estriaciones. Se encuentra adherido a los huesos mediante tendones y se encarga del movimiento voluntario del cuerpo. Está bajo el control del sistema nervioso somático.

Tejido muscular liso:

 Está formado por fibras musculares fusiformes, cortas y uninucleadas que no presentan estriaciones. Se encuentra en las paredes de los órganos internos como el estómago, el intestino, la vejiga, los bronquios, los vasos sanguíneos y el útero. Se encarga del movimiento involuntario de estos órganos. Está bajo el control del sistema nervioso autónomo.

Tejido muscular cardíaco: 

Está formado por fibras musculares ramificadas, cortas y uninucleadas que presentan estriaciones y discos intercalares que facilitan la comunicación entre ellas. Se encuentra exclusivamente en el corazón y se encarga de generar y conducir el impulso eléctrico que provoca la contracción cardíaca. Tiene un control mixto del sistema nervioso autónomo y del marcapasos cardíaco.

FISIOLOGÍA DEL TEJIDO MUSCULAR: 

La contracción muscular es el proceso por el cual las fibras musculares se acortan o relajan al recibir un estímulo nervioso o hormonal. La contracción muscular se basa en el deslizamiento de dos tipos de filamentos proteicos que se encuentran dentro de las fibras musculares: los filamentos gruesos compuestos por miosina y los filamentos finos compuestos por actina, tropomiosina y troponina.

El mecanismo de la contracción muscular se puede resumir en los siguientes pasos:

Acoplamiento excitación-contracción: 

Cuando una fibra muscular recibe un potencial de acción desde una neurona motora o una hormona desde la sangre, se produce una liberación de iones calcio (Ca2+) desde el retículo sarcoplásmico (un tipo de retículo endoplásmico especializado en el tejido muscular) hacia el citoplasma de la fibra muscular.

Activación de los puentes cruzados: 

Los iones calcio se unen a la troponina, lo que provoca un cambio de posición de la tropomiosina, que deja al descubierto los sitios de unión de la actina. Esto permite que las cabezas de la miosina se unan a la actina, formando los puentes cruzados.

Deslizamiento de los filamentos: 

Las cabezas de la miosina realizan un movimiento de bisagra que tira de la actina hacia el centro del sarcómero (la unidad funcional del tejido muscular), lo que produce el acortamiento de la fibra muscular. Este movimiento se repite varias veces mientras haya iones calcio y ATP (la molécula que proporciona energía para la contracción muscular) disponibles.

TEJIDO MUSCULAR

TEJIDO MUSCULAR


Relajación muscular: 

Cuando el estímulo nervioso o hormonal cesa, se detiene la liberación de iones calcio y se activa una bomba de calcio que los devuelve al retículo sarcoplásmico. Esto hace que la troponina recupere su posición original y que la tropomiosina bloquee los sitios de unión de la actina, lo que impide que las cabezas de la miosina se unan a la actina. De esta forma, se rompen los puentes cruzados y se produce el alargamiento de la fibra muscular.

Propiedades y composición del tejido muscular liso y estriado: 

El tejido muscular se puede clasificar en dos tipos principales según la presencia o ausencia de bandas claras y oscuras alternadas llamadas estriaciones:

Tejido muscular estriado: 

Presenta estriaciones debido a la disposición ordenada de dos tipos de filamentos proteicos que se encuentran dentro de las fibras musculares: los filamentos gruesos compuestos por miosina y los filamentos finos compuestos por actina, tropomiosina y troponina. El tejido muscular estriado se puede subdividir en dos subtipos según su localización y su control:

Tejido muscular esquelético: 

Se encuentra adherido a los huesos mediante tendones y se encarga del movimiento voluntario del cuerpo. Está bajo el control del sistema nervioso somático.

TEJIDO MUSCULAR

TEJIDO MUSCULAR


Tejido muscular cardíaco: 

Se encuentra exclusivamente en el corazón y se encarga de generar y conducir el impulso eléctrico que provoca la contracción cardíaca. Tiene un control mixto del sistema nervioso autónomo y del marcapasos cardíaco.

TEJIDO MUSCULAR

TEJIDO MUSCULAR


Tejido muscular liso:

 No presenta estriaciones debido a la disposición desordenada de los filamentos de actina y miosina. Se encuentra en las paredes de los órganos internos como el estómago, el intestino, la vejiga, los bronquios, los vasos sanguíneos y el útero. Se encarga del movimiento involuntario de estos órganos. Está bajo el control del sistema nervioso autónomo.

Propiedades del tejido muscular liso:

El tejido muscular liso tiene las siguientes propiedades:

Plasticidad: 

Es la capacidad de adaptarse a diferentes longitudes sin perder la capacidad de contraerse. Esto permite al tejido muscular liso mantener un tono constante y responder a cambios en el volumen o la presión de los órganos que recubre.

Autorritmicidad: 

Es la capacidad de generar su propio impulso eléctrico sin depender de una estimulación externa. Esto permite al tejido muscular liso coordinar sus contracciones con otros grupos de células musculares lisas mediante uniones comunicantes llamadas nexos.

Contracción lenta y sostenida:

 Es la capacidad de mantener una contracción prolongada con un bajo consumo de energía. Esto permite al tejido muscular liso realizar funciones como el vaciado gástrico, el peristaltismo intestinal, la micción, el parto y la erección.

Propiedades del tejido muscular estriado:

El tejido muscular estriado tiene las siguientes propiedades:

Excitabilidad:

 Es la capacidad de responder a un estímulo eléctrico o químico con un cambio en el potencial de membrana. Esto permite al tejido muscular estriado recibir señales desde el sistema nervioso o desde hormonas que regulan su actividad.

Contractilidad: 

Es la capacidad de generar fuerza y movimiento al acortarse o relajarse. Esto permite al tejido muscular estriado realizar funciones como la respiración, la circulación, el mantenimiento de la postura, el movimiento voluntario y la expresión facial.

Elasticidad: 

Es la capacidad de recuperar su longitud original después de una contracción o un estiramiento. Esto permite al tejido muscular estriado evitar lesiones por sobrecarga o desgarro.

Adaptabilidad: 

Es la capacidad de modificar su estructura y su función según las demandas del organismo. Esto permite al tejido muscular estriado aumentar o disminuir su tamaño, su fuerza, su resistencia y su velocidad según el tipo y la intensidad del ejercicio que se realice.

Composición química del tejido muscular: 

El tejido muscular está compuesto por un 75% de agua, un 20% de proteínas y un 5% de otros componentes como sales minerales, lípidos, glucógeno y ácido láctico. Las proteínas más abundantes en el tejido muscular son las siguientes:

Miosina: 

Es una proteína que forma los filamentos gruesos del tejido muscular estriado y que se encuentra dispersa en el tejido muscular liso. Tiene una estructura de doble hélice con dos cabezas que se unen a la actina para formar los puentes cruzados que permiten la contracción muscular.

Actina: 

Es una proteína que forma los filamentos finos del tejido muscular estriado y que se encuentra asociada a la miosina en el tejido muscular liso. Tiene una estructura de cadena simple con sitios de unión para la miosina que se regulan por la tropomiosina y la troponina.

Tropomiosina:

 Es una proteína que se enrolla alrededor de la actina y que bloquea los sitios de unión para la miosina cuando el músculo está en reposo. Cuando el calcio se une a la troponina, la tropomiosina cambia de posición y deja al descubierto los sitios de unión para la miosina, permitiendo la contracción muscular.

Troponina:

 Es una proteína que se une a la actina y a la tropomiosina y que tiene un sitio de unión para el calcio. Cuando el calcio se une a la troponina, esta provoca un cambio de posición de la tropomiosina, permitiendo la contracción muscular.

Titina: 

Es una proteína que se extiende desde el filamento grueso hasta el disco Z (la línea que separa dos sarcómeros) y que actúa como un resorte que mantiene la alineación de los filamentos y proporciona elasticidad al músculo.

Miotomina: 

Es una proteína que se encuentra en el disco Z y que une los filamentos finos entre sí y con el filamento grueso, formando el sarcómero.

Nebulina: 

Es una proteína que se enrolla alrededor del filamento fino y que determina su longitud y su estabilidad.

Distrofina: 

Es una proteína que se encuentra en la membrana celular de las fibras musculares y que se une al citoesqueleto y a la matriz extracelular, proporcionando resistencia al músculo.

Enfermedades musculares más comunes:

El tejido muscular puede sufrir diversas enfermedades que afectan su estructura, su función o su control. Algunas de las enfermedades musculares más comunes son las siguientes:

Distensión muscular: 

Es una lesión que se produce por el estiramiento excesivo o el desgarro parcial o total de las fibras musculares o los tendones. Se manifiesta por dolor, inflamación, hematoma y pérdida de fuerza y movilidad en el músculo afectado. Suele ocurrir por un esfuerzo físico intenso, una mala postura o un traumatismo. Se trata con reposo, hielo, compresión, elevación y analgésicos.

Calambre muscular: 

Es una contracción involuntaria, sostenida y dolorosa de uno o varios músculos. Se manifiesta por rigidez, espasmo y dolor en el músculo afectado. Suele ocurrir por deshidratación, falta de electrolitos, fatiga muscular, frío o alteraciones nerviosas. Se trata con masaje, estiramiento, calor y rehidratación.

Miopatía:

 Es un término general que engloba a diversas enfermedades que afectan al tejido muscular esquelético, causando debilidad, atrofia y disfunción muscular. Pueden ser de origen genético (como la distrofia muscular), inflamatorio (como la polimiositis), metabólico (como el hipotiroidismo) o tóxico (como el alcoholismo). Se trata según la causa específica y los síntomas presentes.

Miastenia gravis:

 Es una enfermedad autoinmune que afecta a la transmisión nerviosa en la unión neuromuscular, causando debilidad y fatiga muscular. Se manifiesta por dificultad para hablar, masticar, tragar, respirar, mover los ojos y los párpados y mantener la expresión facial. Suele empeorar con el ejercicio y mejorar con el reposo. Se trata con medicamentos inmunosupresores, anticolinesterásicos y corticoides.

Tetania:

 Es una enfermedad que se produce por una disminución del calcio en sangre (hipocalcemia), causando una hiperexcitabilidad neuromuscular. Se manifiesta por espasmos musculares involuntarios, especialmente en las manos, los pies y la cara. También puede causar hormigueo, entumecimiento, convulsiones y arritmias cardíacas. Suele ocurrir por una alteración en las glándulas paratiroides, que regulan el metabolismo del calcio. Se trata con suplementos de calcio y vitamina D.


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