HERPES GENITAL

HERPES GENITAL

 


HERPES GENITAL: 

El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por el virus del herpes simple (VHS). Existen dos tipos de VHS: el tipo 1 (VHS-1) y el tipo 2 (VHS-2). El VHS-1 suele causar herpes labial o bucal, mientras que el VHS-2 suele causar herpes genital. Sin embargo, ambos tipos pueden infectar tanto la boca como los genitales.

ETIOLOGÍA:

El herpes genital se transmite por contacto directo con las lesiones o las secreciones de una persona infectada. El VHS puede entrar al organismo a través de pequeñas heridas en la piel o las mucosas de la boca, los genitales o el ano. El VHS también puede transmitirse de la madre al bebé durante el parto, si la madre tiene herpes genital activo.

CLASIFICACIÓN:

El herpes genital se clasifica en primario, recurrente y asintomático según la presencia y la frecuencia de los síntomas.

El herpes genital primario es el primer episodio de infección por VHS en una persona que no tiene anticuerpos contra el virus. Suele ser más severo y duradero que los episodios posteriores. Los síntomas pueden aparecer entre 2 y 12 días después de la exposición al virus y durar entre 2 y 4 semanas.

El herpes genital recurrente es la reaparición de los síntomas después de un período de latencia del virus en los ganglios nerviosos. La frecuencia y la intensidad de las recurrencias varían según la persona y el tipo de VHS. Los factores que pueden desencadenar una recurrencia son el estrés, la menstruación, las enfermedades, los medicamentos, las relaciones sexuales y el trauma.

El herpes genital asintomático es la infección por VHS sin manifestación de síntomas. Sin embargo, las personas asintomáticas pueden tener episodios de excreción viral, es decir, liberar el virus en sus secreciones sin saberlo. Esto implica un riesgo de transmisión a otras personas.

EPIDEMIOLOGÍA:

El herpes genital es una de las ITS más comunes en el mundo. Se estima que unos 491 millones de personas entre 15 y 49 años están infectadas por el VHS-2, lo que representa el 13% de la población mundial en ese rango de edad. La prevalencia del VHS-2 es mayor en las mujeres que en los hombres, y en las regiones de África y América que en las de Europa y Asia. El VHS-1 también puede causar herpes genital, sobre todo en los países donde la infección oral por este tipo es menos frecuente.

CUADRO CLÍNICO:

Los síntomas del herpes genital pueden variar según la persona y el tipo de infección. Los signos más característicos son las lesiones cutáneas o mucosas en forma de vesículas, úlceras o costras, que pueden causar dolor, ardor, picazón o sensibilidad al tacto. Las lesiones suelen aparecer en los genitales externos, la zona perianal o la región inguinal, pero también pueden afectar a otras partes del cuerpo como los muslos, las nalgas o la boca. Las lesiones pueden estar acompañadas de otros síntomas generales como fiebre, malestar, dolor muscular o ganglios inflamados.

TRATAMIENTO:

El herpes genital no tiene cura, pero se puede tratar con medicamentos antivirales que reducen la duración y la gravedad de los síntomas, así como la frecuencia y el riesgo de transmisión de las recurrencias. Los antivirales más usados son el aciclovir, el valaciclovir y el famciclovir, que se pueden administrar por vía oral o tópica según el caso. El tratamiento debe iniciarse lo antes posible tras la aparición de los síntomas para obtener mejores resultados.

PREVENCIÓN:

La prevención del herpes genital se basa en evitar o reducir el contacto con las personas infectadas o con sus lesiones o secreciones. Algunas medidas preventivas son las siguientes:

Usar preservativos de látex o poliuretano durante las relaciones sexuales, aunque no cubran todas las zonas de posible contagio.

Abstenerse de tener relaciones sexuales durante los episodios de herpes genital activo o cuando se sospeche de una recurrencia.

Informar a la pareja o parejas sexuales sobre la infección y el riesgo de transmisión.

Realizar pruebas de detección del VHS si se tiene o se ha tenido alguna ITS o se cambia de pareja sexual frecuentemente.

Consultar al médico si se presentan síntomas de herpes genital o se ha estado expuesto al virus.

Tomar medicamentos antivirales de forma preventiva si se tiene un alto riesgo de recurrencias o de transmisión a la pareja.

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